TAREA 3
REFLEXIÓN SOBRE UNA COMUNIDAD DE PRÁCTICA EN LA QUE PARTICIPES EN TU ORGANIZACIÓN.
En
el ámbito de actuación de mi organización y dentro de mi puesto de trabajo
(auxiliar administrativo). Puedo decir que no pertenezco a ninguna comunidad de
práctica. Se puede decir que soy el único auxiliar administrativo de mi
Instituto. Por mi experiencia profesional tampoco he participado en ningún
equipo de trabajo, ya que se forman en las Consejerías y se componen de
especialistas en distintas materias. Se suelen denominar Comités, etc.
En
mi labor cotidiana y dentro de mi unidad de trabajo, se producen actos de
colaboración llevados a cabo por la jerarquía o no (fruto muchas veces del
compañerismo). Pero efectivamente los considero dentro del ámbito laboral.
Tiene esa finalidad última que es llevar a cabo la tarea, no existe por tanto
una finalidad de aprender y por supuesto
no afectan a personas exteriores a la organización.
Sin
embargo, observo que puede ser considerada con sus limitaciones y matices, como
una comunidad práctica, la Red
Profesional de la Junta de Andalucía. Ya que aunque la Junta de Andalucía
ponga la plataforma y aunque el acceso está limitado a empleados público (no
permite ámbitos interorganizacionales). Los propios empleados pueden crear
grupos, tanto abiertos como cerrados, donde ampliar sus conocimientos y
experiencias. Existiendo cierta libertad y flexibilidad entre los empleados. Y
se tocan muchas áreas de interés, existen grupos que tratan sobre la aplicación
de programas de uso de la Junta de Andalucía, del software libre, y ya dentro
de lo más interno, diversos grupos que engloban empleados públicos de algunos
servicios específicos. Utiliza para el aprendizaje una serie de diversos
instrumentos, permite la discrepancia ya que existe la posibilidad de un debate
entre los miembros de los grupos. Destaco de entre los instrumentos de
aprendizaje: la posibilidad de compartir documentos y descargarlos, incluso
tutoriales de diversa índole. Las videoconferencias y links que redirigen las
páginas hacia artículos de internet.
Por
último pueden con sus limitaciones y parcialidades, puede intentar solventar el
problema de la “larga cola de talento” si bien en un ámbito autonómico, ya que pueden integrarse o
incluso crear un grupo los empleados con conocimientos especiales.
Fuera
de mi organización, en su momento, visité algunos foros de internet, pero no
los puedo considerar como una comunidad de práctica. Como se dice, los grupos
encarnan a todos los estratos sociales y a todos los tipos de la sociedad. Por
tanto, había usuarios de esos foros, con ganas de compartir su información y con
ansias de aprender. Pero también existían auténticos propagadores de bulos, usuarios
que utilizaban los foros para dañar a otros usuarios, imponer sus opiniones de
forma coactiva, o con finalidades maliciosas o de burla. Ni se permitía el
recurso a la coordinación ni existían por tanto claros objetivos de las personas.
Tampoco existía confianza entre las partes.
Ante
lo expuesto me desencanté y deje de participar.
Como
reflexión considero que para crear una comunidad de práctica se deben tener muy
claros los fines del grupo, cimentar el recurso de coordinación y ante todo
tener un orden. Si no se siguen ciertas pautas mínimas de cortesía, la
comunidad pronto puede degenerar en un proyecto frustrado, en el cual cada
miembro, tratará de imponer su postura sobre los demás y se formarán
grupúsculos de partidarios de uno y de otro. Y degenerará en ruptura y
escisión.
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